El desarrollo de la habilidad de escucha es fundamental para el aprendizaje de un idioma extranjero. Si esta habilidad se trabaja desde el nacimiento, ese aprendizaje se producirá de forma natural.
Nuestro cerebro se acostumbra, desde el primer momento, a captar una serie de fonemas propios de nuestra lengua materna. Poco a poco, y a fuerza de escuchar siempre los mismos sonidos, el cerebro aprende a filtrar la información relevante (expresada en nuestro idioma), y a separarla de la que no lo es (otros sonidos e idiomas que no conocemos).
Ésa es la razón de que seamos capaces de captar una conversación en español cuando vamos andando por una calle de un país extranjero, aunque se produzca a un volumen muy bajo y pese a estar rodeada de conversaciones en el idioma propio del país.
Nuestro cerebro está entrenado, ésa es la clave.
Cuando intentamos aprender otro idioma, ya de adultos, tenemos que desentrenar de algún modo a nuestro cerebro. Tenemos que grabar en él la idea de que no tiene que filtrar los sonidos del modo en que lo venía haciendo, sino que debe estar receptivo para captar los fonemas propios de esa nueva lengua. Este paso puede llevar mucho tiempo. En ello influye la facilidad que pueda tener cada persona para asimilar los sonidos de otro idioma.
Una vez superado este paso, tenemos que volver a entrenar a nuestro cerebro para que trabaje los nuevos sonidos y se habitúe a ellos. Esta habilidad va disminuyendo a medida que nos hacemos adultos. Ya no tenemos la facilidad que teníamos de pequeños para aprender nuestra lengua, sin prejuicios, y con la ventaja de una mente deseosa de aprender.
Por eso, los programas de aprendizaje temprano son fundamentales si queremos potenciar en los niños esta habilidad. Si trabajan desde muy pequeños, su cerebro estará preparado para adquirir la nueva lengua de una manera natural, sin apenas esfuerzo, porque ese idioma ya no será algo desconocido para ellos.
Se convertirán en esponjas que absorberán sin problema todo conocimiento relacionado con la lengua extranjera. Su cerebro estará increíblemente receptivo, e interpretará como relevante toda la información a su alcance.
Con este entrenamiento, estaremos sentando las bases para que se conviertan en adultos bilingües, ahorrándose así, años de duro estudio y sacrificio.